5 consejos para iniciarte en el yoga
¡Enhorabuena por estar caminando por la senda del Yoga! Estás haciendo algo muy positivo para ti mismo/a y seguro que ya has notado esos efectos beneficiosos que el yoga está realizando en todo tu cuerpo y en tu mente.
Me gustaría compartir contigo algunos consejos que he ido recopilando a lo largo de mis años de experiencia como practicante y como profesora de yoga para que tu experiencia en este camino sea todavía más agradable:
No tengas prisa. No fuerces tu cuerpo a los límites del dolor. Esa postura perfecta llegará cuando tenga que llegar. El cuerpo tiene sus tiempos, sus ritmos, y en yoga no existe la prisa. Toma conciencia de tu cuerpo y de cómo se siente para disfrutar del aprendizaje. Es más valiosa una práctica constante y avanzar poco a poco de manera coherente.
Mente abierta y despierta. No sólo tu cuerpo trabaja en yoga; seguro que ya te has dado cuenta de que tu mente que también se ve involucrada en la práctica. En algunas ocasiones, la mente se rebela contra nosotros y te “saca de la práctica”. Es decir, que comienzas a pensar cosas como “Uf, qué cansado es esto, por favor que paremos ya” o “no me gusta esta postura” o “esto no me sale bien” y un largo etc. En esos momentos, RESPIRA. Deja que la voz de tu juicio interno se vaya diluyendo hasta que consiga desaparecer por completo. ¿Difícil? No, es sólo cuestión de práctica.
Se constante. Es muy importante que incluyas las clases de yoga dentro de tu rutina. Una vez a la semana, quizá dos o… las que te apetezcan. Haz que forme parte de tu vida. Tienes mucho que ganar. Es la práctica constante lo que de verdad va a ser transformador para ti.
Se curios@. Lee, pregunta a tu profesor/a, investiga no sólo sobre las asanas, sino también sobre toda la filosofía que sustenta a la práctica del yoga. Lee sobre meditación, pranayama, mudras… Te ayudará a tener una visión mucho más amplia y a comprender aspectos más profundos del Yoga.
Adapta lo que necesites. El yoga se adapta a ti, no te adaptas tú a la clase de yoga. Haz lo que puedas, cuando puedas. Escucha a tu cuerpo. Si un día necesitas una práctica más suave, díselo a tu profesor/a o simplemente adapta la clase a tus necesidades. Eres tú en tu camino del yoga. Nada ha de ser impuesto y siempre eres tú la prioridad, lo que necesitas en este momento desde el profundo respeto que te tienes.
Espero que te sean muy útiles estos consejos y que tu camino en el yoga avance con seguridad y felicidad. ¡Namasté!
Cristabel
